A pesar de ser un día de asueto, Mérida desafió las expectativas con una jornada del 1 de mayo marcada por la actividad comercial normal. Contrario a años anteriores, cuando este día solía ser tranquilo, la ciudad se llenó de vida con una alta afluencia de personas y vehículos en el Centro y otros puntos clave.
El Día del Trabajo, destinado a celebrar los logros de los trabajadores, no detuvo la actividad económica habitual. Los establecimientos comerciales operaron como de costumbre, reflejando una nueva dinámica en la percepción y la celebración de días festivos en la ciudad.